Es sabido que una mentira dicha muchas veces parece verdad, ¿no?, o eso dicen…
En tiempo de elecciones aparece siempre la pregunta ¿qué voto es el que beneficia a los partidos, el voto en blanco o el nulo? Y con el hastío vital heredado del gran Machado, hay alguien que siempre dice: “lo que no beneficia ni perjudica a ninguno es no votar y quedarse tomando una cervecita fresquita en una terraza viendo pasar a los que van a las urnas y haces tus propias estadísticas de participación…”.
Pues bien, partiendo de la plena libertad y ejercicio de los derechos civiles y políticos que a cada uno corresponden, irán a votar los quieran y a quienes quieran, y los dudosos deben saber que:
El voto en blanco es un voto válido, de participación, que se contabiliza y, computa en nuestro sistema electoral; es un voto más pero sin respaldo de ningún proyecto político porque, al que así vota, no le parece correcto ninguno de los que se le presentan. Como bien dicen algunos puede ser un “voto oportunista”, puesto que habría que analizar su efecto de forma separada en las distintas elecciones y en cada circunscripción. Lo cierto es que,cuantos más votos en blanco , mayor será el número mínimo de votos que necesita un partido para entrar en el reparto de escaños, y pueda obtener representación.
El voto nulo es aquel voto defectuoso, con tachones, raspados, anotaciones, dibujos, lo que se te ocurra hacer en la papeleta etc ; considerado por tanto como un voto “no válido” que en principio se contabiliza, pero que termina anulándose por no hacerse correctamente; que ni beneficia ni perjudica a ningún partido, simplemente no reúne los requisitos para ser tenido en cuenta y no computa para el escrutinio pero sí para las estadísticas de participación; cosa que no ocurre con la abstención - con quedarse en casa o tomando una cervecita, como decía aquel!- .
Aunque, quizá, tanto votar, como no votar, en sus distintas formas, tenga lecturas beneficiosas y perjudiciales tanto para los partidos políticos como para los que tenemos derecho a elegir.
